miércoles, 4 de julio de 2012

Inauguran memorial a pilotos muertos en Segunda Guerra Mundial




Un viejo avión Lancaster lanzó durante el acto 82 mil amapolas en honor a los soldados muertos. Entre otros motivos, el monumento muestra la tripulación de un bombardero británico, representada por siete estatuas de bronce de tamaño natural.

En la celebración participaron 5 mil veteranos de guerra, así como el príncipe heredero Carlos y los otros tres hijos de la reina, la princesa Ana y los príncipes Andrés y Eduardo. La construcción del monumento fue iniciada entre otros por el ex cantante de los Bee Gees Robin Gibbs y el político conservador Lord Michael Ashcroft.

El monumento en estilo neoclásico es obra del arquitecto Liam O'Connor y resulta polémico no sólo por su arquitectura, que muchos consideran ostentosa. Críticos en Reino Unido y Alemania consideran que resalta demasiado el papel de los pilotos británicos muertos en combate y demasiado poco el de las víctimas civiles en ambos países.

En Reino Unido murieron unos 42 mil civiles a consecuencia de las bombas lanzadas por la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial. En Alemania murieron hasta 1945 más de medio millón de personas a consecuencia de los bombardeos británicos y estadounidenses.

El entonces primer ministro Winston Churchill no incluyó a los pilotos de los bombarderos en las condecoraciones impuestas tras la guerra. Los historiadores lo consideraron un reconocimiento a una conducción bélica equivocada. En las Fuerzas Aéreas británicas, dicho gesto fue considerado injusto durante décadas.

"Si hubieran sido fusilados por la infantería, hubiera sido la mayor atrocidad cometida por el Ejército británico, pero en base a una convención todavía vigente la muerte desde arriba es considerada menos horrible que la muerte horizontal", escribió el periodista de "The Guardian" Rowan Moore en referencia a la muerte de civiles por los bombardeos en muchas ciudades alemanas.

En la ciudad de Dresde, donde los ataques aéreos británicos desataron en febrero de 1945 un incendio de grandes dimensiones, reina una actitud más bien conciliadora en torno al monumento londinense, después de que la noticia de su construcción fuera acogida con escepticismo en un primer momento.

"Cada país y cada ciudad tiene su propia cultura del recuerdo", afirmó la alcaldesa de Dresde, Helma Orosz, señalando que en el monumento por lo menos se recuerda en una inscripción a todas las víctimas de la guerra. Con ello, según dijo, se tomaron en serio los reparos en Alemania en torno al monumento.

No hay comentarios :

Publicar un comentario